23.7.07

La paz

Lo creativo, cuyo movimietno se dirige hacia arriba està abajo. Por lo tanto sus influjos se encuentran el uno al otro, se relacionan armoniosamente y asì todos los seres florecen y prosperan.
Los encumbrados condescienden con los de abajo. Y los de abajo, los inferiores, abrigan sentimientods amistosos para con los elevados, y asì llega a su tèrmico toda contienda.
En lo interior, en el centro, en el puesto decisivo, se halla lo luminoso; lo oscuro està afuera. Asì lo luminoso actùa con voigor y lo oscuro se muestra transigente. De ese modo ambas partes obtienen lo que le corresponde. Cuando, en la sociedad, los buenos ocupan una posicion central y tienen el gobierno en sus manos, tambien los malos experimentan su influjo y se vuelven mejores. Cuando dentro del hombre, reina el espiritu que procede del cielo, su influjo abarca tambien a la sensualidad y esta obtiene asi el sitio que le corresponde.


La imagen

Cielo y tierra se unen: la imagen de la paz.
Asì reparte y completa el soberano
El curso de cielo y tierra, con lo cual asiste al pueblo.

Cielo y tierra cultivan su trato y unen sus efectos. Esto da por resultado una epoca general de florecimiento y prosperidad.
Semejante corriente de energia ha de de ser regulada por el soberano de los hombres. Esto lleva a cabo mediante la distribución. Asì el tiempo indiferenciado, de acuerdo con la secuencia de sus fenómenos, es subdividido por el hombre en estaciones del año, y en virtud de definiciones humanas, el espacio que todo lo abarca aparece diferenciado por los puntos cardinales. De esta manera la naturaleza, con su avasalladora plenitud de fenómenos , se ve limitada y controlada. Por otro lado es necesario estimular a la naturaleza en lo que produce.
Esto sucede cuando se adapta su producción a la epoca que le corresponde y al lugar correcto, pues con ello se incrementa el rendimiento natural. Tal actividad de estimulo y sujeción de la naturaleza constituye una labor que redunda en beneficio del hombre.

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